Las mujeres, sin importar su edad, han sido las portadoras y guardianas de la diversidad social y biológica en la Meseta de Santareno. Particularmente en zonas presionadas por la expansión de las plantaciones de soja vinculadas a altos niveles de deforestación así como al uso intensivo de agrotóxicos, son ellas las que elaboran y diseñan una economía basada en el territorio que guarda semillas, mantiene abejas y nutre los suelos contra los impactos perversos de las formas monoculturales de producir. Como parte de nuestra metodología para leer y comprender el paisaje social y ecológico de esta meseta en disputa, donde más de cinco mil pequeños agricultores prosperan para seguir existiendo, preparamos junto con las mujeres “mapas de vida” en los que primero recorrimos sus penurias y logros, su trabajo y sus esperanzas por la tierra. A continuación, alineamos los paseos con las conversaciones y, a lo largo de conversaciones ampliadas, trazamos análisis conjeturales y estructurales sobre su territorio a través de las conversaciones. Esas conversaciones se convirtieron en los mapas de la vida que son un paso para diseñar un futuro sin los nocivos efectos sociales y ecológicos de las plantaciones de soja. En este vídeo se puede ver literalmente una visión general de los huertos diseñados colectivamente para que las mujeres agricultoras conserven sus tierras y su dignidad económica.